miércoles, 14 de marzo de 2012

Después de casi 24 horas en autobús y más de 1.500 kilómetros, ayer a las 15 horas llegamos a Luneville. Tras los nervios iniciales, nuestros alumnos ya han pasado la primera noche en familia y han podido tener el primer contacto directo con el instituto y la jornada escolar francesa. 



Durante el reencuentro por la mañana, después de haber pasado la primera noche en familia, ha llegado el ritual del intercambio de impresiones: "¿qué tal la cena? ¿qué tal la familia? ¿has dormido". A continuación, y  siguiendo el programa planteado desde el Lycée Ernest Bichat, nuestros chicos se han familiarizado con el centro escolar, descubriendo el quién es quién dentro del instituto, mediante un juego de preguntas y respuestas directamente con los personas implicadas. Después de la comida en la cantina (y la sorpresa de comer lentejas con tenedor) y aprovechando el explendido sol que luce por Luneville, hemos dado un paseo hasta el cine de la localidad, donde hemos podido ver la película "La Rafle", dentro del contexto de la Segunda Guerra Mundial.


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